De la elipse de Kepler al mercado: la filosofía detrás de una estrategia de marketing exitosa

Cuando se trata de marketing y ventas, una estrategia efectiva no solo responde a las necesidades del mercado, sino que también sabe conectar con las emociones, despertar la imaginación y generar entusiasmo.

Un ejemplo perfecto de esta filosofía aplicada se encuentra en el lanzamiento de un producto, en el que fui el responsable directo, cuyo diseño evolucionó para adaptarse mejor a las necesidades del usuario y del medio ambiente.

El producto, que pasó de un formato redondo a uno ovalado, ofrecía mayor ergonomía y funcionalidad, pero también optimizaba los procesos de producción al integrar diferentes líneas de fabricación en varios países. Esto representaba una mejora significativa en eficiencia y sostenibilidad, y había que comunicarlo de una forma que no solo informara, sino que también inspirara.

El desafío: conectar con los clientes internos primero

El éxito de cualquier campaña de marketing no comienza en el mercado final, sino dentro de la propia organización. La clave es que el equipo comercial, los “clientes internos”, abracen la idea, la hagan suya y la transmitan con entusiasmo a los compradores. Con esto en mente, la estrategia mantendría su enfoque global, pero la forma de comunicarla al mercado hispano-brasileño, que me tocaba ejecutar, debía ser diferente, adaptada a las particularidades culturales de la región.

Para lograrlo, se diseñó una narrativa inspiradora que vinculó la evolución del producto con una de las grandes historias del progreso humano. Johannes Kepler. Kepler, considerado el primer astrofísico de la historia, descubrió que las órbitas de los planetas no eran circulares, como se pensaba, sino elípticas. De manera similar, el producto evolucionaba de su forma redonda a una ovalada, marcando un avance significativo en diseño y funcionalidad.

Del pensamiento a la acción: ciencia, filosofía y ventas

La historia de Kepler no era solo una metáfora científica, sino también una forma creativa de dar significado al cambio que representaba el nuevo diseño del producto. ‘El nuevo formato ovalado es una evolución’ fue el lema interno que capturó la esencia de la campaña. Esta narrativa, diseñada exclusivamente para el equipo comercial, tenía como objetivo motivarlos y ayudarlos a visualizar el producto como un avance significativo dentro de su propio ámbito.

La filosofía jugó aquí un papel central: ayudó a establecer un puente entre el pensamiento crítico y la acción estratégica. Inspirar no solo desde los beneficios tangibles del producto, sino desde su contexto más amplio, permitió que la idea fuera comprada emocional e intelectualmente por el equipo. Este enfoque aseguró que los vendedores no solo transmitieran las características del producto, sino también la emoción detrás de su evolución.

Marketing, ventas y filosofía: una sinergia poderosa

Este caso demuestra que el marketing no es solo una disciplina estratégica, sino también una herramienta que, apoyada en la filosofía, puede elevar la forma en que conectamos con nuestros equipos y nuestros clientes. Cuando logramos inspirar a la mente con imágenes poderosas y significativas, las ventas dejan de ser solo transacciones y se convierten en transformaciones.

Así como las órbitas elípticas de Kepler redefinieron la visión del cosmos, el marketing tiene el poder de redefinir la forma en que las personas perciben, valoran y desean un producto.

Nota: Este evento ocurrió realmente y está citado, aunque no detallado, en mi libro Aquellos Ojos Negros.

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